Aunque no lo notes a simple vista, cada día tu empresa podría estar perdiendo tiempo, dinero y energía debido a prácticas ineficientes. En el pensamiento Lean, esto se llama “desperdicio”, y hay 7 tipos que están presentes en casi cualquier operación. Detectarlos es el primer paso para recuperar el control y mejorar tu rentabilidad.
Los 7 tipos de desperdicio en Lean:
- Sobreproducción: Hacer más de lo que se necesita. Ejemplo: imprimir más reportes de los que se usan.
- Tiempo de espera: Personas, materiales o equipos sin avanzar. Ejemplo: un cliente esperando una cotización que nadie ha revisado.
- Transporte innecesario: Movimiento de cosas sin valor. Ejemplo: trasladar cajas entre oficinas sin razón operativa.
- Exceso de inventario: Tener más de lo necesario. Ejemplo: papelería acumulada que no se usa.
- Movimiento innecesario: Desplazamientos del personal sin utilidad. Ejemplo: caminar varias veces al día por una herramienta mal ubicada.
- Sobre procesamiento: Hacer más de lo que el cliente requiere. Ejemplo: generar reportes hiperdetallados que nadie revisa.
- Defectos: Errores que deben rehacerse. Ejemplo: facturas mal capturadas.
¿Cómo empezar a eliminarlos?
- Haz un recorrido diario de 15 minutos por tu operación y anota interrupciones.
- Pregunta a tu equipo: ¿qué cosas sienten que son “una pérdida de tiempo”?
- Identifica 3 desperdicios frecuentes y empieza por eliminar el más fácil.
Eliminar desperdicios es el paso más rápido para mejorar sin necesidad de invertir más. Si puedes verlos, puedes cambiarlos. Y nosotros podemos ayudarte a hacerlo.
